Juzgan a un hombre que confesó el asesinato a golpes de su esposa, cuyo cadáver arrojó a un pantano de Córdoba

EP

La Fiscalía de Madrid solicita 14 años de prisión para un hombre acusado del asesinato de su esposa a quien tras golpearle con un martillo en la cabeza, la asfixió con una bolsa de basura y luego arrojó su cuerpo sin vida a un pantano de Córdoba tras introducir una piedra entre sus ropas.

El juicio se celebrará hoy por un Jurado Popular en la Audiencia de Madrid. Poco después del crimen, el acusado confesó a la Guardia Civil los haber matado a su mujer, de 67 años, y haber lanzado su cuerpo a un pantano cerca de la localidad cordobesa de Montoro.

En el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el fiscal relata que el 11 de octubre de 2018 Gaspar O.C. y su mujer, con la que tenía cuatro hijos, se encontraban en su domicilio de Arganda del Rey cuando se entabló una discusión entre ambos. En el transcurso de la pelea el hombre propinó a la víctima un “fuerte” golpe con un martillo en la cabeza a raíz del cual la víctima comenzó a sangrar y perdió el conocimiento.

El acusado, entonces, ató a su esposa a la altura de los tobillos con una cuerda de tender ropa y le tapó la cabeza con una bolsa de basura sujetándola al cuello con cinta de embalar. A continuación, introdujo el cuerpo de la mujer en el maletero de su vehículo y se dirigió a su pueblo natal, Montoro en la provincia de Córdoba, donde la arrojó en el pantano El Arenoso en el paraje de La Loma del Barco, “tras introducir una piedra entre sus ropas”. A su regreso a Arganda, se deshizo del martillo utilizado en la agresión.

El 19 de octubre de 2018 agentes de la Guardia Civil hallaron el cadáver de la mujer en el pantano con una piedra de unos 5 kilos entre la ropa y el hombro derecho.

El cuerpo de la víctima presentaba lesiones consistentes en gran hematoma en parte occipital derecha y parte media occipital, con herida abierta en la piel de unos 3-4 centímetros de longitud y pérdida abundante de cabello, así como, erosiones y equimosis asentadas en dorso nasal, pabellón auricular izquierdo, región submentoniana, brazo derecho y tobillos.

No obstante, el fiscal apunta en su escrito que la causa de la muerte fue debida a una asfixia mecánica por comprensión extrínseca de las vías respiratorias.

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